En esta época del año, no faltan las exposiciones navideñas con renos tirando de trineos. Pero a pesar de lo comunes que parecen durante las fiestas navideñas, la realidad dista mucho de ser cierta. El 12 de Diciembre, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos añadió una nueva población de caribúes o "renos" a su lista de especies protegidas a nivel federal bajo la Ley de Especies en Peligro de Estados Unidos.
Los renos reciben su nombre de "rein", que en noruego antiguo significa ciervo. Así pues, reno significa técnicamente "ciervo venado". El reno es una subespecie domesticada de caribú salvaje originaria del norte de Europa. Los taxónomos reconocen actualmente seis especies y 17 subespecies vivas de caribú. El nombre caribú procede de la palabra qalipu de las Primeras Naciones Mi'kmaq del este de Canadá, que significa "pala de nieve". Su nombre se debe al arte de utilizar sus anchas narices, pezuñas y cuernos para arrasar la nieve y dejar al descubierto líquenes, juncias y musgos, que constituyen una importante fuente de alimento.
Nunca se insistirá lo suficiente en la importancia del caribú para el ecosistema ártico. Son motores vitales de los procesos ecológicos en el Ártico y alteran profundamente la dinámica de las redes alimentarias y el funcionamiento de los ecosistemas. Sus residuos son necesarios para reponer los suelos de la tundra, limitados en nutrientes, y nutrir la comunidad vegetal. Esto crea una vegetación más sana que atrae a los caribúes cada temporada, manteniendo comunidades vegetales sanas. Tanto los humanos como los depredadores se sustentan gracias al caribúes ártico.
A pesar de su importancia para el ecosistema ártico, las poblaciones de caribúes migratorios y renos salvajes han disminuido un 56% en todo el Ártico en los últimos 20 años, debido al desarrollo humano y a las emisiones de gases de efecto invernadero. El aumento de las temperaturas, el calentamiento de las precipitaciones y la explotación de gas y petróleo son las principales causas del rápido declive de las poblaciones. El cambio meteorológico está provocando un aumento de los episodios de lluvia sobre nieve; un aumento de la duración, profundidad y presencia de agua estancada; un acoso más severo de los insectos; temporadas sin nieve más largas; y, quizá lo más importante, cambios en la composición y disponibilidad de la vegetación.
Haciendo la lista
El caribú es una especie sujeta a fluctuaciones de población, por lo que no es raro que el tamaño de las manadas fluctúe. Sin embargo, este mes el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE.UU. reconoció que la manada de caribúes Dolphin-Union de la isla Victoria, Canadá está en peligro de extinción. Se trata de un "segmento de población distinto" del caribú de barrena que se encuentra principalmente en una isla del Ártico y en el territorio cercano. Históricamente, la manada contaba con más de 30,000 animales, pero en la actualidad sólo tiene 3,800. Tan solo entre el 2015 y 2018, su población se desplomó de 18,000 animales a solo 4,000, en gran parte debido a los efectos del calentamiento del Ártico.
El caribú Dolphin-Union atraviesa el hielo marino que se forma sobre el estrecho del Delfín y de la Unión, en su migración desde la isla Victoria hasta sus zonas de pastoreo invernal en el territorio canadiense. Sin embargo, el cambio climático está derritiendo ese corredor de viaje esencial y cambiando el ecosistema y el suministro de alimentos de su isla.
El cambio climático también está afectando a otras poblaciones de caribúes por la reducción de la disponibilidad de alimentos y el aumento de los episodios de lluvia sobre nieve. Esto hace que se formen capas de hielo en la nieve que dificultan mucho la búsqueda de líquenes. Históricamente, los caribúes seleccionan áreas de distribución estacionales que están fuertemente influenciadas por el forraje disponible para maximizar la ingesta nutricional. Lo hacen mediante movimientos migratorios a gran escala, dando prioridad a los hábitats de alta calidad, respondiendo a los cambios en la fenología y disponibilidad de las plantas y reaccionando para reducir el acoso de mosquitos y moscas parásitas del estriado. Por ello, es fundamental proteger la capacidad de migración del caribú.
El ser humano es una amenaza para los caribúes y los renos por otros motivos, además del cambio climático. La tala, la construcción de carreteras, el desarrollo y la extracción de gas y petróleo están reduciendo y fragmentando su hábitat. Los científicos han descubierto que, en particular, la explotación de yacimientos de gas y petróleo han tenido un efecto significativo sobre los caribús. Incluso con medidas de mitigacion, las poblaciones de caribú se ven gravemente afectadas por los mecanismos de exploración y explotación de gas y petróleo, ya que su hábitat sigue sufriendo fragmentación. Las perturbaciones de la producción provocan respuestas de huida en los caribús, lo que les hace gastar reservas de energía críticas en los meses de invierno, cuando el forraje es limitado y las calorías son difíciles de conseguir. Los caribúes evitan activamente las carreteras de hielo que se construyen para conectar las plataformas petrolíferas del Ártico. Está bien documentado que las caribúes con crías no se habitúan al tráfico de las carreteras. Esto afecta a su capacidad para atravesar con éxito una tundra ártica cada vez más salpicada de plataformas petrolíferas y conectada por carreteras de hielo.
Defenders of Wildlife (defensores de la vida silvestre) trabaja activamente para proteger el hábitat de los caribúes del desarrollo y aboga por que el gobierno de EE.UU. tome medidas para reducir la huella de carbono de la nación en un esfuerzo por proteger la vida silvestre afectada por el cambio climático. En un proceso conocido como amplificación ártica, el Ártico se está calentando ahora cuatro veces más rápido que el resto del planeta y los científicos del clima, predicen que el Polo Norte podría quedarse sin hielo para el 2050. Las perspectivas para los renos, en esta época del año o en cualquier otra, parecen bastante sombrías, a menos que consigamos persuadir a los gobiernos para que actúen de forma más rápida y sustantiva a fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y salvar el hielo marino. La inclusión de poblaciones amenazadas en la ESA es un paso importante para proteger al caribú. Con el fin de garantizar su viabilidad en el futuro, Defenders seguirá abogando por la reducción de nuestra huella de carbono, la protección del hábitat intacto del caribú y de los corredores migratorios, y las medidas de conservación adecuadas, incluidas las listas en la ESA.