Los grupos conservacionistas han actuado hoy para proteger a la ballena franca del Atlántico Norte, que se encuentra en peligro crítico de extinción, objetando formalmente a la determinación de que la pesquería de langosta del Golfo de Maine debe ser recertificada según el estándar de sostenibilidad del Marine Stewardship Council (Consejo de Administración Marina MSC). La certificación del MSC está ampliamente reconocida en las tiendas de comestibles con una ecoetiqueta de "pescado azul".
La pesquería de langosta del Golfo de Maine tuvo suspendido temporalmente su certificado MSCen 2020, después de que un juez federal dictaminara que el gobierno estadounidense había violado la Ley de Especies Amenazadas al autorizar la pesquería. La certificación se restableció en el 2021 tras el desarrollo de nuevas medidas de administracion, aunque la pesquería aun representaba una amenaza directa para las ballenas francas.
"La etiqueta del MSC certifica a los consumidores, que una pesquería cumple con las leyes aplicables y los mejores datos científicos disponibles", dijo Jane Davenport, abogada principal de Defenders of Wildlife (defensores de la vida silvestre). "A pesar de demostrar que el gobierno de Estados Unidos ha ignorado tanto la ley como la ciencia al autorizar esta pesquería, nuestras preocupaciones han caído en oídos sordos en La prisa del MSC por recertificar."
La recomendación de que se vuelva a certificar la pesquería echa por el organismo de evaluación, MRAG Americas, , es contraria tanto a la Ley de Especies en Peligro como a la Ley de Protección de Mamíferos Marinos, e ignora los mejores datos cientîficos disponibles sobre el riesgo de enredo mortal que la pesquería de langosta del Golfo de Maine representa para la especies de ballena, que está en rápido declive. El NRDC, el Animal Welfare Institute (Instituto para el Bienestar Animal AWI) y Defenders of Wildlife (Defensores de la Vida Silvestre) expresaron estas preocupaciones en una objeción formal por escrito presentada al MSC.
"Si la pesquería de langosta del Golfo de Maine fuera certificada como sostenible en este momento, los consumidores de langosta certificada por el MSC podrían estar acelerando, sin saberlo, la desaparición de una de nuestras especies más emblemáticas y en peligro de extinción", dijo Francine Kershaw, científica principal del NRDC (Consejo de Defensa de los Recursos Naturales). "No podría haber una forma más flagrante de erosionar aún más la confianza de los consumidores en el MSC como programa de certificación de sostenibilidad."
La ecoetiqueta del MSC ha sido objeto de un escrutinio cada vez mayor por parte de científicos marinos y conservacionistas que creen que las deficiencias del estándar del MSC han permitido la certificación de pesquerías con importantes problemas de capturas accidentales de fauna marina. Las actuales medidas de gestión de la pesquería de langosta no abordan el riesgo que la pesquería representa para las ballenas francas del Atlántico Norte, al enredarse en las redes de pesca comerciales la principal causa de muerte, lesiones graves, impactos subletales y disminución general de la especie. Los grupos conservacionistas creen que la recomendación de etiquetar esta pesquería como sostenible es poco sólida e incongruente, con la preocupación nacional e internacional por el impacto que la pesca de langosta y cangrejo en el noreste de Estados Unidos está teniendo sobre las ballenas grandes.
"Es inconcebible que la principal certificadora de productos del mar del mundo dé su sello de aprobación, a una pesquería que representa una grave amenaza para una especie en peligro crítico de extincion", dijo Kate O'Connell, consultora de fauna marina de AWI. "Dado que el nuevo estándar de pesquerías del MSC aprobado el viernes, ni siquiera exige a las pesquerías que logren una reducción progresiva de las capturas accidentales, la etiqueta está en serio peligro de perder su credibilidad".
La presentación de la objeción desencadenará el inicio de un proceso de resolución de varios pasos. La objeción será evaluada por un juez independiente, quien confirmará la decisión original, permitiendo que la certificación proceda, o mantendrá la objeción.
El enredo es un problema de conservación con un remedio viable. El MSC debe hacer su parte para animar a las pesquerías a inclinarse por las soluciones disponibles, en particular los sistemas de pesca a la carta que eliminan la necesidad de que las cuerdas conectadas a las trampas para langostas y cangrejos queden suspendidas durante largos periodos de tiempo en la columna de agua, negando las certificaciones de sostenibilidad a las pesquerías cuyas prácticas siguen perjudicando a las ballenas en peligro de extinción.
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