El Departamento de Pesca de la NOAA ha propuesto hoy una norma para proteger mejor a las ballenas francas del Atlántico Norte, en peligro crítico de extinción, de los atropellos y la muerte por parte de los buques en aguas estadounidenses. Las colisiones con embarcaciones son una de las dos principales amenazas para las ballenas francas; la otra es el enredo en las redes de pesca. La población de ballenas francas no supera los 340 animales sobrevivientes.
"Quedan menos de 70 hembras reproductoras para dar a luz a la próxima generación de ballenas francas",dijo Jane Davenport, abogada principal de Defenders of Wildlife. "Las madres y las crías son especialmente vulnerables a las embarcaciones, que se desplazan a gran velocidad en sus zonas de cría frente al sureste de Estados Unidos, desde Carolina del Sur hasta Florida. El Servicio de Pesca, debe finalizar las nuevas protecciones de los límites de velocidad de las embarcaciones, antes de que comience la próxima temporada de partos este invierno o arriesgar literalmente el futuro de la especie".
Whale and Dolphin Conservation, Defenders of Wildlife, Conservation Law Foundation y el Center for Biological Diversity, presentaron una petición legal en Agosto del 2020, en la que solicitaban al Servicio de Pesquerías que ampliara las zonas y las horas en las que se aplica su actual regla de límite de velocidad de 10 nudos, para hacer obligatorias, todas las restricciones voluntarias de velocidad de las embarcaciones y para aplicar la regla a las embarcaciones pequeñas (de menos de 65 pies), así como a las grandes, con el fin de evitar choques que maten y lesionen a las ballenas francas.
La petición del 2020 fue una respuesta directa a la pérdida de tres ballenas francas, incluida una pareja de madre y cría, por choques con pequeñas embarcaciones en menos de un año. Tres de estos grupos habían hecho peticiones similares en una petición anterior del 2012. La actual regulación de la velocidad de los barcos, publicada por primera vez en el 2008, nunca se ha actualizado a pesar de las numerosas pruebas de que los barcos seguían golpeando y matando ballenas francas a un ritmo insostenible.
Cuando la agencia no actuó en ninguna de las dos peticiones, los grupos presentaron una demanda en un tribunal federal en Enero del 2021, desafiando la falta de acción ilegal de la agencia sobre las peticiones y exigiendo que la agencia aumente las protecciones para las ballenas francas. El caso está completamente redactado, pero el juez aún no lo ha resuelto.
"Nos alegramos de que la NOAA tome por fin medidas para proteger tanto a las ballenas como a los navegantes. Al igual que reducir la velocidad en una zona escolar, las zonas de velocidad en el agua dan a los navegantes y a las ballenas la oportunidad de reaccionar y alejarse del peligro", dijo Regina Asmutis-Silvia, directora ejecutiva de la oficina norteamericana de Whale and
Dolphin Conservation. "Si crees que golpear a un ciervo con un coche es peligroso, imagina golpear a una ballena de 40 toneladas con un barco de fibra de vidrio".
La actual regla propuesta, crearía nuevas zonas de velocidad estacionales, la regla aplicaría a la mayoría de las embarcaciones con igual o superior a 35 pies de longitud, y crearía un marco dinámico de zonas de velocidad para aplicar restricciones de velocidad obligatorias cuando se observen o detecten acústicamente ballenas fuera de las zonas de velocidad estacionales activas. La regla propuesta también incluye actualizaciones de la disposición de seguridad, que permitiría a las embarcaciones de menos de 65 pies de longitud, desviarse de la restricción de velocidad en determinadas condiciones.
Las ballenas francas del Atlántico Norte se encuentran entre las grandes ballenas más amenazadas del mundo. Treinta y cuatro ballenas francas han sido encontradas muertas desde el 2017, y el Servicio de Pesca cree que al menos otras 17 han muerto, o morirán, por las lesiones existentes. La agencia estima que el número real de muertes cada año es mucho mayor, ya que la mayoría de las muertes de ballenas francas no se observan.
"Teniendo en cuenta el ritmo glacial de las nuevas protecciones para las ballenas francas en la última década, reducir inmediatamente la segunda mayor amenaza para su existencia supondría un cambio en el juego", dijo Erica Fuller, abogada principal de la Conservation Law Foundation. "Esta regla propuesta es un gran paso adelante, pero hay una separacion de cinco meses en la protección al sur de Martha's Vineyard y Nantucket que debería abordarse. Los funcionarios federales deben poner en marcha estas protecciones en el agua lo antes posible y hacerlas cumplir de forma efectiva."
La regla de velocidad existente, sólo se aplica a las embarcaciones de 65 pies o más de largo y establece límites de velocidad estacionales en los hábitats históricos de las ballenas francas a lo largo de la costa este de Estados Unidos, pero no incluye las zonas donde se sabe que se agrupan las ballenas francas. También establece un sistema voluntario de administracion dinámica por el que se pide a los operadores de buques, aunque no se les exige, que reduzcan la velocidad a 10 nudos o menos cuando se vea un grupo de tres o más ballenas francas en alguna zona. Los propios sistemas de control del Servicio de Pesca confirman que los buques rara vez reducen la velocidad voluntariamente.
"Los límites de velocidad de los barcos salvan a las ballenas, por lo que es trágicamente irónico que el Servicio de Pesca se haya movido con tanta lentitud para hacer esta propuesta", dijo Kristen Monsell, directora legal de océanos del Centro. "Esta propuesta es un paso en la dirección correcta, pero no ayudará a una sola ballena franca hasta que se concrete. El Servicio de Pesca tiene que poner en marcha esta norma lo antes posible. A medida que las ballenas francas se acercan a la extinción, no pueden esperar más a que se les proteja contra el atropello y la muerte por parte de las embarcaciones".
La norma propuesta estará abierta a un periodo comentarios por 60 días.
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